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Somos una especie supersticiosa

Traigo novedades jugosas.

Hace unas pocas entradas puse una entrada respecto a un libro (aun no traducido) de Bruce Hood, psicólogo de Bristol que estudia el fundamento psicológico de las supersticiones.. Tal libro es "Supersense"

En esta ocasión la novedad es que Eduardo Punset lo ha entrevistado personalmente y os pongo aquí dicho documento.

De todas formas os recomiendo que os paséis antes por la entrada anterior de éste humilde blog para introduciros al tema. AQUÍ--  http://digitacora.blogspot.com/2009/08/supersentido-por-que-creemos-en-lo.html



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Videos selectos de CIENCIA vs. pseudociencias y supersticiones



CIENCIA - contra pseudociencias y supersticiones
NOVEDAD!!
Herramienta para la detección de tonterias (Michael Shermer)
Los estigmas (National Geographics)
Creer cosas extrañas (Michael Shermer - conferencia)

1- REDES:
- ¿Aun creyendo en cosas extrañas?
- Creer para ver - Los inventores del mundo moderno
- Malditos por la ciencia
2- Supersticiones y pseudociencia (M.Shermer)
3- Las Profecías - Gustavo Bueno en TVE
4- Divulgación científica y escepticismo (Manuel Toharia)
5- Superpoderes humanos
6- James Randi - Mas allá de la ciencia
7- Fantasmas, adivinación y otras patrañas
8- El sistema irracional de la salud (R.Dawkins)
9- Coloquio "Dios y el Universo" (Sagan, Hawkins)
10- Mitos, héroes y leyendas
11- Gurús de la Pseudociencia (Conferencia)
12- Creencias supersticiosas (Bruce M. Hodd) (inglés)
13- El fraude del esoterismo (Programa TV "Malas compañías")
14- Los estigmas (National Geographics) y muchos más...

Entre otros... (ver lista de reproducción)

Del Canal de Youtube: http://www.youtube.com/user/psicodan76

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‘El mundo de las palabras’ de Steven Pinker

Posted by Daniel on 18:34 in , , , ,

Sergio Parra 24 de febrero de 2009 1 comentario
 


Estamos ante un erudito libro sobre las palabras. Pero no tanto un estudio filológico o lingüístico de las palabras como una osada exploración científica (neurológica, biológica, psicológica, memética y más) de las palabras, de sus usos, de sus construcciones, de sus implicaciones.
Steven Pinker, neurocientífico cognitivo, ya se ha convertido en todo un fenómeno de la divulgación científica desde que publicara Cómo funciona la mente, una especie de manual sobre la razón por la que nos comportamos como lo hacemos en todos los ámbitos de la vida. Nombrado como una de las 100 personas más influyentes por la revista Time en 2004 y entre los 100 intelectuales más destacados por la revista Foreign Policy, los libros de Pinker no dejan indiferente, educan y entretienen.

Pero el verdadero campo de estudio de Pinker es el de la lingüística, donde ha dado zancadas teóricas de las que muchos recelan. Por ejemplo, que la gramática viene de serie con nuestro ADN. O que el habla de la calle, por ejemplo el de las bandas de negros o latinoamericanos, puede ser tan rica y específica como el lenguaje culto. O que el SMS no va a acabar con el idioma, como creen muchos.

Todo ello discutible, pero sumamente interesante en las manos de Pinker. Estoy convencido que a más de uno le hará replantearse alguna idea que creía intocable.

"El lenguaje es una ventana a la naturaleza humana, y expone características profundas y universales de nuestros pensamientos y nuestros sentimientos que no se pueden equiparar con las propias palabras (…) En la forma que tenemos de utilizar las palabras hay incrustada una teoría del espacio y del tiempo. También hay una teoría de la materia y una teoría de la causalidad. Nuestro lenguaje lleva consigo un modelo de sexo (en realidad, dos modelos) y las ideas de la intimidad, el poder y la imparcialidad."
 Ésta es una pequeña muestra de hasta dónde llega la capacidad prospectiva de Steven Pinker. El lenguaje como explicación del funcionamiento de la mente. Y también de cómo éste nos hace formarnos ideas preconcebidas sobre las cosas. Un divertido ejemplo que puede leerse aquí es la determinada utilización de los tiempos verbales en las declaraciones que hizo Clinton en el affaire con la becaria Monica Lewinsky.
Pero sin duda el capítulo más divertido es el dedicado a las palabrotas, en el que Pinker ofrece listados de palabras malsonantes, análisis de las palabras que ya son tabú en EEUU o casos de pacientes que perdieron el habla que, sin embargo, pueden seguir maldiciendo, lo cual indica que las palabrotas quizá sean un tipo diferente de palabras, conectadas de algún modo a nuestro cerebro más primitivo.

La traducción de El mundo de las palabras debió de ser harto difícil, pues gran parte de las palabras y expresiones pertenecen al mundo anglosajón, pero todo está explicado tan bien que ello no dificulta la comprensión de los ejemplos; incluso enseguida se consigue encontrar ejemplos paralelos en nuestro propio idioma.

Mención aparte merece el capítulo dedicado a la acuñación recreativa de palabras, siguiendo el razonamiento de Douglas Adams en The Deeper Meaning of Lift: 

"En la vida, hay muchos cientos de experiencias, sentimientos, situaciones y hasta objetos comunes que todos conocemos y sabemos distinguir, pero para los que no existe una palabra. Por otro lado, el mundo está atestado de miles de palabras de repuesto que pasan el tiempo ni hacer nada que no sea holgazanear en señales que indican determinados lugares."

Bajo esta premisa, Adams propuso definiciones a nombres de lugares a los que nadie necesita ir:
-Shoeburyness: la sensación vaga e incómoda que nos invade al sentarnos en una silla que conserva aún el calor del trasero de quien la había estado ocupando.

-Lamlash: las carpetas que suelen haber sobre la mesa de las habitaciones de los hoteles y que contienen informaciones sobre el mismo.

Steven Pinker también propone algunos conceptos muy comunes para los que no existe le mot juste: una melodía que se nos va de la cabeza; un hecho que se puede aprender cientos de veces sin que se nos quede en la memoria; o el insomnio de las primeras horas de la mañana debido a que la vejiga está llena, pero uno está demasiado cansado para levantarse, ir al baño y dormirse de nuevo.

En definitiva, El mundo de las palabras es un libro imprescindible para todo aquél que ame el lenguaje, la lectura, la comunicación y, ante todo, que tenga curiosidad sobre el verdadero origen de las palabras, más allá de las etimologías.


Editorial Paidós
Colección Transiciones
624 páginas
Sitio Oficial | Ficha en Editorial Paidós
En Papel en Blanco | Todas las noticias de Steven Pinker

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‘Elogio de la irreligión’ de John Allen Paulos

Posted by Daniel on 17:40 in , , ,


Sergio Parra 14 de septiembre de 2009 1 comentario

He aquí un libro que pudiera parecer imposible, Elogio de la irreligión, del matemático de la Universidad de Wisconsin John Allen Paulos. Un libro de matemáticas que versa sobre religión. Un libro que trata de demostrar mediante ecuaciones que creer en Dios es, cuando menos, bastante ilógico.

Obviamente, el intento es un tanto tramposo. Elogio de la irreligión no deja de ser una entretenida (y en ocasiones hilarante) colección de sucintos razonamientos y explicaciones científicas que invalidan algunos pilares en los que se sustentan las creencias religiosas de mucha gente. El autor no profundiza, sólo sintetiza y expone, todo ello sazonado por irónicos juegos de palabras y una destacable capacidad divulgadora.
Sin embargo, no todo lo prometido se incumple. Es cierto que en algún capítulo, Allen Paulos emplea las matemáticas para desnudar trampas y errores de razonamiento que se ocultan tras las pruebas de la existencia de Dios. Por ejemplo, empleando el teorema de Bayes o teorema de las probabilidades condicionadas para explicar la razón de que el cerebro humano tienda a creer en la plausibilidad e inminencia del Juicio Final.

Es en estos fragmentos donde el autor brilla (y no en los que el autor se limita a resumir las tesis de otros autores, como Dennett o Dawkins). Pero si se hubiera limitado a exponer sólo estos fragmentos el libro no sería tal, sino una escueta serie de artículos para alguna revista.


Como no pretendo que quede en el ambiente la sensación de que Elogio de la irreligión es un libro malo o deshonesto (pues el fiel de la balanza se inclina hacia sus virtudes), debo recalcar que la obra estimulará el pensamiento de los lectores que todavía no se han lanzado a leer la avalancha de libros ateos contemporáneos que ya pueblan los anaqueles de las librerías. Sin embargo, quienes ya hayan consumido con fruición obras como Rompiendo el hechizo, Dios no es bueno o El espejismo de Dios, y se definan ya como epistémicamente hambrientos, entonces quizá no vean nada nuevo en Elogio de la irreligión (excepto los razonamientos matemáticos anteriormente mencionados).
El propio autor, en el prólogo, asume las limitaciones de la obra:
En este libro (que tiene más de manual o compendio que de tratado) he procurado sintetizar con un toque ligeramente herético sólo las refutaciones más incisivas de la existencia de Dios. Esto es, sólo la esencia, con algo de irreverencia. Estas refutaciones (algunas nuevas y propias, y otras que se remontan a siglos o incluso milenios atrás) ya no son tan ampliamente conocidas como lo han sido en algún momento, por lo que creo que vale la pena reunirlas todas en una misma obra.
Así pues, si se os antoja un libro ligero, divertido y rápido de leer sobre los fundamentos científicos por los cuales el ateísmo y el agnosticismo tienen más sentido que la fe ciega, os recomiendo encarecidamente Elogio de la irreligión. No esperéis, eso sí, que el texto os origine un profundo reajuste mental que cambie vuestras abcisas y coordenadas sobre todo lo que creíais saber.

Sin embargo, si creéis en Dios, formulaos las siguientes cuestiones: la ausencia de respuesta a la pregunta ¿qué causó, precedió o creó a Dios? convierte la existencia de éste en un misterio antecedente innecesario. ¿Por qué añadir un misterio extra al propio misterio del mundo? Si Dios existe, ¿por qué no introducimos aún más antecedentes, como el Creador del Creador, o su Tío Abuelo? (Por supuesto, léase todo esto con voz meliflua y silábica, o sea, con profundo respeto).

Tusquets Editores
Colección Matemas
166 pág.
ISBN: 978-84-8383-133-5
Sitio Oficial | Ficha en Tusquets Editores

En Papel en Blanco | ‘Por qué no podemos ser cristianos’, Piergiorgio Odifreddi levanta la sotana a la Curia Romana

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Gianni Vattimo sobre el papel de la religión en la sociedad

Posted by Daniel on 0:07 in , , ,

¿Es la religión enemiga de la civilización?

En el mundo actual, las Iglesias se han convertido en un factor de conflicto y un obstáculo para la "salvación", sea eso lo que sea. Sobreviven porque sus jerarquías quieren conservar el poder y sus privilegios

GIANNI VATTIMO 01/03/2009
Gianni Vattimo es filósofo y político italiano. Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia.

Diario El País

http://www.elpais.com/articulo/opinion/religion/enemiga/civilizacion/elpepiopi/20090301elpepiopi_12/Tes



Todos recordamos seguramente la famosa frase de Nietzsche sobre la muerte de Dios. Y también su cláusula: Dios seguirá proyectando su sombra en nuestro mundo durante mucho tiempo. ¿Qué pasaría si aplicáramos la frase de Nietzsche también, y sobre todo, a las religiones? En muchos sentidos, es verdad que, en gran parte del mundo contemporáneo, la religión como tal está muerta, pero todavía proyecta sus sombras en numerosos aspectos de nuestra vida privada y colectiva. Por cierto, dejemos claro que el Dios cuya muerte anunció Nietzsche no es necesariamente el Dios en el que muchos de nosotros seguimos creyendo; yo me considero cristiano, pero estoy seguro de que el Dios que estaba muerto en Nietzsche no era el Dios de Jesús. Incluso creo que, precisamente gracias a Jesús, soy ateo. El Dios que murió, como dice el propio Nietzsche en algún lugar de su obra cuando le llama "el Dios moral", es el primer principio de la metafísica clásica, la entidad suprema que se supone que es la causa del universo material y que requiere esa disciplina especial llamada teodicea, una serie de argumentos que tratan de justificar la existencia de ese Dios o esa Diosa frente a los males que vemos constantemente en el mundo.


La tesis que quiero presentar aquí es que las religiones están muertas, y merecen estar muertas, tal como Nietzsche habla de la muerte de Dios. No sólo están muertas las religiones morales, en el sentido más obvio de la palabra: desde dentro de la sociedad cristiana y católica de Europa, es fácil ver que son muy pocos los que observan los mandamientos de la moral cristiana oficial. Lo que está muerto, en un sentido más profundo, son las religiones "morales" como garantía del orden racional del mundo.
La institucionalización de las creencias, que dio origen a las Iglesias, incluyó (no sé si sólo en la práctica o como factor necesario) una reivindicación del poder histórico, en el sentido de que era casi natural y necesario que una religión moral se convirtiera en una institución temporal poderosa. Es lo que parece haber ocurrido con el catolicismo, pero se pueden ver muchos otros fenómenos similares en la historia de otras religiones. Incluso el budismo engendró un Estado, el Tíbet de los lamas, que ahora lucha por sobrevivir frente a China. En todas partes -por ejemplo, en el hinduismo-, el mismo hecho de que exista una diferencia entre clérigos y legos hace que la religión se convierta en una institución, cuyo objetivo principal es siempre su propia supervivencia. Mencionaré de nuevo el ejemplo de la Iglesia católica: si no hubiera sobrevivido a lo largo de los tiempos, yo no habría podido recibir el Evangelio, la buena nueva de la salvación. Una vez más: como en el caso de la muerte de Dios de Nietzsche, la muerte de las religiones institucionalizadas no significa que no tengan legitimidad. Sencillamente, llega un momento en el que ya no son necesarias. Y ese momento es nuestra época, porque, como puede verse en muchos aspectos de la vida actual, las religiones ya no contribuyen a una existencia humana pacífica ni representan ya un medio de salvación. La religión resulta un poderoso factor de conflicto en momentos de intercambio intenso entre mundos culturales diferentes. Por lo menos, eso es lo que ocurre hoy: en Italia, por ejemplo, existe un problema con la construcción de mezquitas, porque la población musulmana ha aumentado de forma espectacular. La hegemonía tradicional de la Iglesia católica está en peligro, pero los católicos no se sienten amenazados en absoluto por esa situación; sólo los obispos y el Papa.
La Iglesia afirma que defiende su poder (y los aspectos económicos de él) para preservar su capacidad de predicar el Evangelio. Sí; pero, como en tantas instituciones, la razón suprema de su existencia se queda muchas veces olvidada a cambio de la mera continuidad del statu quo. Lo que quiero decir es que, en el mundo actual, sobre todo en el Occidente industrial, la religión como institución se ha convertido en un factor de conflicto y un obstáculo para la "salvación", sea eso lo que sea. Quiero subrayar que hablo de la muerte de las religiones en el mismo sentido en el que acepto el anuncio de Nietzsche sobre la muerte de Dios. La religión que está muerta es la religión-institución, que contribuyó enormemente al desarrollo de la civilización pero, al final, se convirtió en un obstáculo.
Hablar de la muerte de las religiones en un sentido relacionado con el anuncio de la muerte de Dios de Nietzsche no significa, desde luego, que la religión nunca haya tenido sentido para la humanidad. Ni siquiera se puede decir que la frase de Nietzsche significa que Dios no existe. Ésa sería de nuevo una afirmación metafísica, que Nietzsche no quería pronunciar, por su rechazo general a cualquier metafísica "descriptiva". La lucha contra la supervivencia de las religiones de la que hablo tiene poco que ver con la negación racionalista de todo significado a los sentimientos religiosos. Incluso se toma muy en serio ese resurgimiento de la necesidad de una relación con la trascendencia que caracteriza numerosos aspectos de la cultura actual. Citaré de nuevo a Nietzsche, que dice que Dios está muerto y ahora queremos que existan muchos Dioses.
Mientras las religiones sigan queriendo ser instituciones temporales poderosas, son un obstáculo para la paz y para el desarrollo de una actitud genuinamente religiosa: pensemos en cuánta gente está abandonando la Iglesia católica por el escándalo que representan las pretensiones del Papa y los obispos de inmiscuirse en las leyes civiles en Italia. Los ámbitos de la ética familiar y la bioética son los más polémicos. En Estados Unidos, el anuncio reciente del presidente Obama sobre su intención de eliminar las restricciones a la libertad de las mujeres para abortar ha suscitado una amplia oposición por parte de los obispos católicos. La oposición contra cualquier forma de libertad de elección en todo lo relacionado con la familia, la sexualidad y la bioética es continua e intensa, sobre todo, en países como Italia y España. Tengamos en cuenta que la Iglesia se opone a leyes que no obligan, sino que sólo permiten la decisión personal en estos asuntos. Deberíamos preguntarnos de qué lado está la civilización.
Hace poco, el Papa repitió su idea constante de que la verdad no es negociable. ¿Ese "fundamentalismo" es sólo característico del catolicismo, o de todo el cristianismo? Quienes hablan de civilizaciones tienen la responsabilidad de tener en cuenta esta condición concreta. No hay más que ver los frecuentes diálogos interreligiones que se celebran en cualquier parte del mundo, en los que los interlocutores suelen ser "dirigentes" de las distintas confesiones. No dialogan para cambiar nada; no es más que una forma de volver a confirmar su autoridad en sus respectivos grupos. ¿Acaso sale de estos frecuentes encuentros algo útil para la paz y la mutua comprensión de los pueblos? Mientras no se elimine el aspecto autoritario y de poder de las religiones, será imposible avanzar hacia el mutuo entendimiento entre las diversas culturas del mundo.
Esta conclusión puede parecer una gran paradoja, dado que, en general, se ha considerado que la religión era un medio de educar a la humanidad hacia la caridad, la piedad y la comprensión. En muchos sentidos, la compasión parece ser la base fundamental de toda experiencia religiosa. Y es cierto, ya sea desde el punto de vista del cristianismo, el budismo, el hinduismo, el islam o el judaísmo. Hasta aquí, nada que objetar. Pero precisamente por eso es por lo que debemos reconocer que ha llegado la hora de que las personas religiosas se alcen contra las religiones. Y que afirmen tajantemente que la era de la religión-institución se ha terminado y su supervivencia sólo se debe a los esfuerzos de las jerarquías religiosas para conservar su poder y sus privilegios. El hecho de que esta tesis parezca inspirarse, en gran parte, en la experiencia cristiana (y católica) europea, no limita su validez para otras culturas. Seguramente, el veneno del universalismo se extendió por el mundo gracias a los conquistadores europeos, que son responsables de la estricta asociación entre conversión (al cristianismo; recuérdese el compelle intrare de San Agustín) e imperialismo. Ahora es el mundo latino el que debe romper esa asociación y separar la salvación de cualquier pretensión de creencia y disciplina universal como condición para alcanzarla. No es una tarea fácil.

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CINE - Los diez mejores directores del cine actual

Posted by Daniel on 23:07 in
Woody Allen + David Lynch + Martin Scorsese + Quentin Tarantino + Wong Kar + Wai Lars + Von Trier + Los hermanos Coen + Jim Jarmusch + Clint Eastwood + Tim Burton

Para ver uno a uno solo hay que ir pasando a la derecha (o izquierda) las flechas que aparecen al margen del monitor de video.

Espero que os guste. A mi me ha enganchado... jeje

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"¿Por qué persisten los dioses?" de Robert A. Hinde

 Hola de nuevo, aquí estoy para informaros de un libro importante sobre el tema de la invesigación científica de las religiones. Se trata de "¿Por qué persisten los dioses?" de Robert A. Hinde. 

Primero os pongo la reseña de Sergio Parra hecha a este libro. Al final (después) os transcribo una polémica entre mi opinión y la de Lluís Salvador al respecto de este libro en su estimable blog "Lecturas errantes"

 

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Sergio Parra 19 de julio de 2009

A pesar del título, ¿Por qué persisten los dioses?, de Robert A. Hinde, no trata sobre Dios, sino sobre la religión. En realidad, sobre todas las religiones y en las razones de que éstas, a pesar de ser tan poco lógicas o coherentes, basándose a menudo en símbolos y claves naïf o directamente ininteligibles, aún tengan una presencia tan amplia en una sociedad en apariencia mejor formada, mejor informada y más madura.

Robert A. Hinde estudió filosofía en Cambridge y se doctoró en psicología en Oxford después de servir como piloto en la RAF durante la Segunda Guerra Mundial. Es decir, que nadie puede dudar de las armas intelectuales de Hinde, al menos a nivel académico. Ha escrito ya varios libros que tratan sobre el estudio de la religión desde un punto de vista biológico y psicológico y es miembro de la Royal Society. Pero algo falla. Al menos en el libro que nos ocupa.

Porque he aquí un libro denso y, en ocasiones, árido sobre un asunto que en manos de divulgadores más experimentados, como Steven Pinker, Richard Dawkins o Daniel Dennett, resulta mucho más ameno y, sobre todo, más accesible por el gran público. Irónicamente, la mayor seriedad y complejidad a la forma de que Hinde exponga sus ideas no se traduce también en un mayor alcance en sus reflexiones y planteamientos frente a los autores anteriormente mencionados.

Hinde jamás podrás ser tachado de aventurado, intolerante o corrosivo (pues su obra es tan fría y distante y penetra poco en las conclusiones), pero tampoco resulta estimulante intelectualmente. Da la impresión de que después de leer a Hinde en realidad no has leído gran cosa, salvo una exposición académica perogrullesca o unos análisis preliminares que jamás se concretan en nada. Hinde probablemente tiene razón en todo lo que dice porque apenas dice nada. He de admitirlo, en algunos fragmentos me he aburrido. Mucho. Y yo no suelo aburrirme con los ensayos que tratan sobre esta clase de temas.

Así pues, cabe pensar que este libro de divulgación no debería ser tal sino, quizá, algún sesudo artículo de consumo académico. Sólo echar un vistazo al sumario basta para formarse esta idea: Creencias estructurales, Ritual, Códigos morales, Aspectos sociales, Experiencia religiosa. En definitiva: llueve sobre mojado. Un texto que no aporta nada nuevo y que, además, se presenta como introductorio, canónico, al estilo de esos aburridos manuales de universidad

Finalmente, el subtítulo indica “una aproximación científica a la religión” aunque ¿Por qué persisten los dioses? apenas contiene ciencia, al menos en su vertiente más dura.
Las religiones han ayudado a la gente a enfrentarse a la injusticia, el sufrimiento, el dolor y la muerte. Han inculcado valores y respeto a los demás que han sido fundamentales para la buena marcha de las sociedades. En la mayoría de sociedades los sistemas religiosos y los seculares han estado estrechamente entrelazados. Pero las religiones también han sido usadas para perpetuar la injusticia, y las diferencias religiosas se han utilizado para justificar la tortura y las más terribles guerras religiosas. Las religiones han dado a la gente un sentido de propósito en la vida –aunque a veces este sentido ha llevado a los creyentes a destruir las formas de vida de quienes pensaban de un modo diferente a ellos.
Ediciones de Intervención Cultural
Biblioteca Buridán
376 páginas
ISBN: 978-84-96831-64-3
Sitio Oficial | Ficha en Ediciones de Intervención Cultural



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DISCUSIÓN AL RESPECTO DEL LIBRO
Lluís Salvador vs Un servidor
Lluís Salvador dice:
.... Veamos, me temo que has leído el libro de Hinde y no has captado sus intenciones (y eso es asunto exclusivamente tuyo) o bien has oído campanas y no sabes de dónde provienen.
De lo que estoy seguro es de que no has acabado de leer con atención mi reseña. Porque uno puede escribir muy mal, pero que me cites fuera de contexto, quiere decir que tienes cierto problema:
citas que yo digo que la teología es la auténtica ciencia de la religión.

Mira, y copio:
He ahí la ciencia de la religión, una ciencia muy peculiar, sin embargo, en la que antes de dar un paso, se tiene que pronunciar la frase "Demos por supuesto... que Dios existe".

Me he topado alguna vez con gente como tú, que parecen impermeables a la ironía. Porque, y como puedes comprender, la frase que te acabo de citar, aparte de decir lo contrario de lo que tú crees que dice (y de sacarla fuera de contexto, con lo que, querido anónimo marbellí, en el campo científico ya habrías recibido tarjeta amarilla), leída en toda su extensión, no puede ser tomada de otra manera que irónica. Aparte de sacarme de contexto (que no de mis casillas; se necesita algo más que un anónimo para eso) me pones en mi boca esto de "auténtica". Que yo no pronuncio (y sí, es segunda tarjeta amarilla, y esos significa...).

Pártete lo que quieras. Cada uno es libre de hacer de su culo un pito, como creo que dicen los argentinos.

En cuanto a eso de que Hinde se carga la superstición religiosa, no sé si tomármelo a choteo o tener un poco de piedad, pensando en que Hinde, sin duda te ha ganado para su causa. Porque el hecho de que Hinde diga que la religión la llevamos en los genes, con perdón, suena a primer paso hacia la creencia en ese gran relojero que tan confuso parece tenerte.

La religión es una cuestión sociocultural. Insinuar que es genética, no sólo conlleva asuntos peligrosos como justificaciones eugenésicas, sino, insisto, la claudicación de la ciencia ante el creacionismo.

Respecto a lo del argumentum ad verecundiam (y si no sabes de qué te hablo, probablemente es que no estemos jugando en la misma liga), no sólo basta con citar una recua de bibliografía, sino citar porqué se cita. No sé si me explico. Por cierto, si en vez de buscar por la etiqueta de "religión" en este blog hubieses buscado por la de "ciencia" te hubieras encontrado conque tengo algo que decir sobre Shermer. Curiosamente, en detrimento de los creacionistas. Pero, es evidente cuál es tu principal interés...

Por último: Llevo casi un año con este blog, y supuse que llegaría el día en que recibiría un comentario insultante. Lo que no me imaginaba es que me insultaran llamándome creacionista (que no soy) y supersticioso (que tampoco, salvo con funciones jocosas, humorísticas e irónicas). El problema es que lo pones en plural. Esa calificación (que es insultante para cualquiera de mis lectores), es inadmisible. De modo que, querido anónimo marbellí, tienes el dudoso honor de ser el primero que en este blog ha empleado el insulto. Cosa, que por supuesto, no voy a tolerar más. Quede tu comentario aquí como muestra de lo que no hay que hacer en este blog.

Venga, feliz año Darwin (un deseo que no creo que te haga demasiada gracia). Yo, por lo menos, lo estoy disfrutando intensamente.


A lo que yo respondo ... 

Bien, hablemos pues en serio. Pongo un contraargumento a cada comentario suyo señor Lluís. (según la entrada original. ver: "Lecturas errantes")

Comentario 1- …Hinde ….. ya desde el principio, insinúa que la religión debe ser estudiada científicamente. Ahí su propósito ya empieza a patinar, puesto que, como sabemos, las ciencias, por lo menos las puras, basan su investigación en lo material, lo mesurable, lo matemático. Pero, hay que ser pacientes y esperar a ver sus razones. 

La religión no solo puede ser estudiada científicamente si no que ya lo está siendo desde hace unos años. Fíjese hasta qué punto es así que hasta la Fundación Templeton (organización religiosa que premia a científicos que se unen a su causa ofreciendo un premio multimillonario)- ha financiado con 2,5 millones de € una investigación al Instituto para la Antropología cognitivo-evolutiva de la Universidad de Oxford. Me imagino que el equipo multidisciplinar de antropólogos, neurobiólogos, sociologos, etc que formar parte del equipo bajo la dirección del Psicólogo Justin Barrett no es científico para usted. Puede verlo aquí: http://www.elmundo.es/elmundo/2008/03/20/ciencia/1206045345.html Autor este, por cierto de una obra ya de por sí clarificadora:

- “Why Would Anyone Believe in God?” donde aporta aun más datos a los ofrecidos por obras anteriores como:
- Guthrie, Stewart "Faces in the clouds" Antropólogo de la Universidad Fordham en Nueva York
- Atran, Scott "In god we trust" Antropólogo e Investigador de Dinám. Grupos (Univ. Michigan, EEUU.) …y a la que se le añade justo ahora:
- Hood, Bruce. Psicólogo Univ. Bristol (UK) "SuperSense: why we believe in the unbelievable" (2009)

Puede leer un breve resumen del contenido en:
Comentario 2- ….Hinde analiza la influencia de la religión (o lo religioso) en los campos psicológico, antropológico y sociológico. Por supuesto, estas ciencias (aplicadas, no puras) han estudiado siempre el fenómeno religioso en su influencia a nivel del individuo, su etnia o su sociedad, y con toda licitud. Pero, me apresuro a remarcar, estas ciencias (aplicadas), no estudian la religión. Estudian los efectos de la religión en el individuo, la etnia y la sociedad. Que es algo muy distinto. 

El hecho de “bajar” la categoría de la Antropología, la Sociología o la Psicología por el hecho “gratuito” de calificarlas como ciencias (aplicadas) y por ello suponer que de ellas no puede surgir un conocimiento “cierto” sobre religión por ser esta (en su opinión anterior a este) una cuestión sociocultural…. Solo me hace pensar
1- que usted no tiene idea de ninguna de esas ciencias;
2- que usted se formó en una facultad de ciencias puras hace 30 años y aun guarda el prejuicio hacia las ciencias sociales (más patético aun que el 1º caso) o
3- que es usted teólogo o creyente, con lo cual queda usted invalidado por principios a juzgar este tema por razones obvias. También cabe la ominosa posibilidad de una combinación de ambas que es frecuente entre universidades católicas. Verá usted, respecto a lo que la ciencia estudia actualmente de la religión le informaré (sin cobrarle por ello) que están involucradas de forma interdisciplinar la neuroanatomía, psicología evolutiva del desarrollo cognitivo, antropología evolutiva, Filosofía simbólico cognitiva, sociología y afines. Valga como pequeña muestra lo siguiente:
Así pues el estudio es sociocultural, sí, también, pero primordialmente es antropológico de base psicoevolutiva y sustratos neuroanatómicos. Por lo que Hinde (Etólogo y Psicólogo de la Royal Society y profesor emérito de Zoología en Cambridge) tiene razón diciendo que hay motivos para pensar que haya base genética, en sentido no más en ser religioso sino más bien en supersticioso (condición previa para ser religioso) más que usted haya tenido una sesgada interpretación de su lectura.

Comentario 4- ….¿Puede ser que …. Hinde tenga el loable propósito de defender que las ciencias (aplicadas) de la antropología, la psicología y la sociología presten la debida atención a la religión?
La respuesta es no.

La respuesta es SÍ, … y ha quedado claro… no por la fuerza de sus pseudoargumentos sino por la contundencia de los hechos, entre ellos los citados hasta ahora.

Comentario 5- ….Lo que intenta es que el estudió de la religión se realice desde el punto de vista biológico y etológico. En el transcurso de su argumentación, primero insinuada y después a las claras, Hinde desliza su pretensión principal: que la religión forma parte del patrimonio genético humano. Cartas boca arriba, por fin. 

Su estrecha comprensión de este libro, debido con seguridad a los motivos 1,2 y 3 antes citados, reduce la conclusión a un simplón “la religión forma parte del patrimonio genético humano” pero eso no es lo que dice, es lo que usted quiere hacer creer que dice. Lo que explica y justifica con detalla, lo repito, es que: la línea actual de investigación y la que más frutos ha dado para comprender la religión como un hecho natura es aquella que primordialmente se basa en el estudio antropológico de base psicoevolutiva y sustratos neuroanatómicos… considerando que el homo sapiens-sapiens conlleva intrínseco un medio fácil y eficaz de explicar los fenómenos son tener que comprenderlos, esto es la SUPERSTICIÓN condición sine qua non para ser religioso.

Comentario 6- ….Este es un libro sibilino. Trabajando con medias verdades, y a veces escondiendo hechos. Todo el libro da la impresión de que el autor ha aprovechado cualquier cosa para "hacérsela venir bien" en apoyo de su tesis.

No trabaja con medias verdades. Es usted quien no entiende la mitad, ha quedado claro.

Comentario 7- ….La religión es universal, dice, pancultural. Allá donde la religión ya no ejerce influencia, el ser humano ha montado otra: la burocracia estatal.

Lo universal es el mecanismo psicológico de animismo y finalismo por el cual los animales y, entre ellos nuestra especie, tienen una gestión rápida e intuitiva de las cosas que pasan a su alrededor, cuestión altamente relevante como mecanismo adaptativo de supervivencia por las razones que cualquier persona formada (aun de forma aficionada) en psicología, biología o etología. Esto además forma parte de la programación de 1º curso de Psicología (Psicología del desarrollo cognitivo-afectivo). Por esta causa un gato o un perro o un niño de 4 años atribuyen vida a una pelota si esta “aparentemente” se mueve sola. Y más concretamente en los humanos permite antropomorfizar fenómenos naturales (ver caras en las nubes, en cantos de piedras, formas humanas en los árboles, etc.)… todo ello condición necesaria para que en el mismo momento en el que el homo sapiens-sapiens (1º ser consciente de que sabe) atribuya finalidad, vida y voluntad a fenómenos que le asombran cuando no hace más que intentar comprender de forma humilde el mundo que le rodea.

Comentario 8- ….Si uno no es religioso, pero le da repelús un gato negro, amigo, la religión está ahí, en su patrimonio genético. No se engañe. Es usted tan religioso como un imam o el papa.

Lo dicho, como no comprendió lo expuesto por Hinde ya perdió el hilo de todo. Imperdonable.

Comentario 9-.A Hinde le importa un bledo que sociedades como la rusa, que llegaron a tener un 90% de ateos oficiales en sus mejores épocas, hayan vuelto a la religión, sí, pero no en la medida en la que los genes deberían impulsar, y que, si no recuerdo mal, en Rusia persiste un 50% de ateos y/o agnósticos. 

Dato anecdótico que ni si quiera tiene que ver con el libro. Además si se ha enterado de lo que le he dicho, entenderá que hay ateos supersticiosos y creyentes (homeopatía, fantasmas, almas, etc) porque ateo es negar a dios pero no por ello dejar de ser animistas (atribuir voluntad a fenómenos) ni finalista (atribuir un sentido intuitivo y antropomorfo a cosas incompresibles para ellos). Como queda clara en la tesis de Hinde, el ser humano es dualista por naturaleza, es contraintuitivo pensar que la mente es el cerebro, lo sencillo es dejarse llevar por la idea de que hay un cuerpo y un alma. Y esta es la base de toda superstición, incluida la religión.

Comentario 10- ….Todo el libro está lleno de cosas irritantes, al menos para alguien con formación científica. Hinde no realiza una sola cita entrecomillada. Emplea autoridades a troche y moche en apoyo de su tesis, pero jamás nos enteramos de las palabras exactas de su fuente. Lo cual no sólo es sospechoso, sino confuso. Uno nunca sabe cuándo habla Hinde y cuando la fuente documental. Ni si dice lo que interpreta Hinde, claro. Pero este libro es todo él una gran ceremonia de la confusión.

El libro está lleno de “cosas irritantes” para aquellos que se aferran al dualismo supersticioso porque entran en clara disonancia cognitiva. Entiendo que es un paso duro aceptar que se es supersticioso, pero así es. Respecto a su formación científica, queda claro que no es la óptima para este tema. Y bien, queda claro que aproximadamente a partir de 1/3 del libro puso el piloto automático de “esto no es lo que hubiera querido saber” y dejó de leer con atención el texto para pasar a la posición infantil de replegarse ante un conocimiento que contradice “de rádice” una gran parte de las cosas que tenía usted por ciertas y que no está dispuesto a aceptar. Así pues el libro no es confuso, sino que su subsconciente puso una barrera protectora ante un conocimiento que no “encaja” en su sistema de conocimiento. Vamos, una borrachera intelectual inasimilable para usted.

Comentario 13- ….Capítulo aparte merecen las referencias bibliográficas. Suele ser algo que se obvia, pero que proporciona valiosas pistas sobre el fondo documental de un ensayo. Sólo un 6% son libros científicos, y un 1% de medicina; varios, 3%; textos de sociología, un 13%, de antropología, un 14%; de psicología, un 31%, igual que las fuentes sobre religión. No queda duda de que la base científica pura es mínima.

Considera usted pues que no son científicas la sociología, antropología, psicología, etc… en fin. Una muestra ominosa de apología desilustrada digna del más simple teólogo de segunda fila.

Comentario 14- ….Cualquier estudiante de primero de teología (He ahí la ciencia de la religión, una ciencia muy peculiar, sin embargo, en la que antes de dar un paso, se tiene que pronunciar la frase "Demos por supuesto... que Dios existe"), decía, cualquier estudiante de teología sabe que Dios es inefable. 

Queda claro, por más que intente disimularlo que usted otorga la máxima autoridad a la teología, lo que da cuenta de que su postura está ideológicamente sesgada. El resto de su texto simplemente se deja llevar por la ofuscación y el mal humor que en usted ha provocado este valioso ensayo al contradecir lo más profundo de su corpus intelectual y poner en evidencia la raíz de sus supuestos y su ideología. Por ello no merece más comentario.

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